martes, 16 de noviembre de 2010

Yo que sé

Que la tierra ya tiene su movimiento de rotación y traslación, que no quiero que muevas mi mundo de sitio, solo pido que llenes de pétalos los rincones aburridos. Quiero restos de ropa por mi casa, por mi calle, colgada en cualquier perchero, menos en tu cuerpo. Me dan igual las formalidades, porque soy de todo menos sensata, solo quiero pipas y un banco para comerte la oreja con historias de antaño y mentiras creíbles sobre viajes futuros y destinos inventados donde pienso traerte el desayuno. No quiero que pienses que me importa el tiempo, porque lo que recordamos no son días, sino momentos. Que tengo que adaptarme a este mundo y tengo que adaptarme a mí "yo"  que pasea por él, así que paciencia, todo lo que se riega crece. Te advierto de mi locura, de mi imparcialidad con los sentimientos, de mi problema para hacer de un grano de arena una montaña. Que perdón si un día quiero tirarte por una ventana o no te extrañe que sea yo quien se tire por ella pensando que puedo hacerlo. No sé hacerlo bien y es algo que no soporto, pero de errores se aprende y eso es algo que con el tiempo he aprendido a hacer, a solo meter la pata un millar de veces antes de entender dónde está el fallo. Porque son tus besos los que me pierden y luego no dejan encontrarme, cuando me doy cuenta ya estoy en una historia de la que olvidé el principio y ya me aterra el final. Sí, creo en los finales, siempre felices, pero creo en ellos, quizás contigo llegue tarde o quizás no, pero ¿a mí que más me da? Para mañana queda mucho tiempo.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Bday

Por defecto, mirarte es mirar el cielo. Lo digo literalmente, detrás de tus ojos siempre hay estrellas. Estoy segura que si estiras la mano me coges una, por eso me gustas, porque por primera vez, no creo en imposibles.
En Barcelona me siento más pequeña que nunca, excepto cuando me pongo de puntillas para encontrarte. Contigo soy grande.