domingo, 31 de julio de 2011

Domingos que pesan

Me vuelvo pequeña en mi cama, donde todo pesa más que este trapo que hoy la invade. Siento que más allá de mis mantas no hay nada, que el mundo cobra sentido cuando yo pongo un pie en él y que mientras, espero encontrar ese motivo que me invite a pasearme la vida. Hasta que llegue ese día, solo miro a dos metro de distancia, encontrando en ese perímetro todo lo que tengo. Para qué mentirnos, ojalá pudiera subirme a un rascacielos y girar 360º sintiéndome parte de todo lo que veo, pero la verdad que ni aquí ni allí termino de encontarme. Siento que todo lo que pasa por mi vida es pasajero y que al final y al cabo, solo le importas a la madre que te parió y a tus hermanos. Me encantaría que me echaras de menos cuando no estoy, pero te acostumbras rápido a mi ausencia y yo mientras sigo deseando no perderte de vista, aunque entre intentos pierdo más que mis ojos en encontrarte.