martes, 5 de abril de 2011

Aclarado esto:


Después de tanto dilatar argumentos, que de largos, se quedan en sinsentido, he de aclarar dos puntos claves e intachables de lo que a mi persona se refiere: el primero, mis ojos son bonitos bajo tu criterio, no me olvido que del emisor al receptor siempre hay un medio que determina la efectividad del mensaje, así que si ves algo especial en mis ojos, es porque estás leyendo a la perfección lo que te quieren gritar. Segundo, mis ojos son verdes, ni grises cuando estoy triste, ni amarillos por el sol. Mis ojos son de un verde estable, si alguna vez cambia su tonalidad es por la culpa de mi corazón, que bombea más sangre cuando te ve y tal vez pigmenta de otro verdor lo que de por sí es inamovible, lo que me lleva a pensar en el poder de tu presencia. Si están más grisáceos es porque los motivos por los que vivo se esconden y relentecen mi pulso. Si tal vez, los ves amarillos, es que me vuelvo gata y juego al escondite en callejones esperando ver pasar mi cena, que si hay suerte será atún de algún solitario que tiene miedo a las mascotas pero alimenta a las de todo el barrio o un ratón que araña escombros entre los rincones del cubo de basura.
Me veo obligada a aclararlo porque después de un análisis exhaustivo de mis relaciones personales con el resto de seres vivo, he llegado a la conclusión, que tal vez con el tiempo me he enredado en premisas que nadie entiende y que siempre acaban en malinterpretaciones.  

2 comentarios:

  1. Es como... Perfecto. Justo hablando de ellos!

    Just Try Again.

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  2. enredarse en las premisas no facilita una conclusión...

    nunca rojos

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