domingo, 22 de enero de 2012

Luego no digas que no te advertí.


Llega el fin del mundo y nos pilla desprevenidos. Hemos obviado las insistentes señales del planeta, que se despereza de un letargo de continuo maltrato y ahora nos sorprende ver que responde con saña a nuestra atadura y nos somete a tremendas palizas de mareas y tempestades. No sabíamos donde está el límite y aunque probablemente aún no lo hemos alcanzado, pronto llegaremos al punto de no retorno y ¿luego qué?. Luego señalaremos al de al lado y diremos que no hemos sido y que de haberlo sabido, otro gallo cantaría. Esta es la misma canción de siempre, lo vemos venir pero preferimos mirar hacia otro lado. Las historias para no dormir no acaban y poco hacemos para cambiarlo.  

viernes, 13 de enero de 2012

Gracias


Se me olvidó darte las gracias por compartir conmigo el 2011. Gracias a los que estuvieron lejos y sin embargo los sentía cada día en mi vida, a los que estuvieron cerca y me regalaron su tiempo y sus oídos. A los que me recordaron que yo podía hacerlo, a los que me pararon los pies cuando iba a caerme, a los que respetaron cada una de mis decisiones dejándome la autoría y el aprendizaje de mis errores. Gracias por regalarme esos momentos en los que no podía parar de reír, gracias por compartir conmigo esos momentos en los que no podía parar de llorar. Gracias a quienes me contaron secretos, a los que me hicieron cómplices de sus vidas, a los que me echaron de menos y me hicieron sentir especial. Gracias a los huevos kinder que me han regalado para alegrarme el día, a las fotos, los eternos cafés, las noches en vela y las tardes de cine. Gracias a los que han convertido Barcelona en mi casa, los que han hecho de este lugar mi vida. Gracias al invierno bajo mantas y al verano desnudos en la playa. Gracias por las miradas de un segundo que recomponen el alma, gracias por la llamada a tiempo, los ánimos para el examen o prepararme la comida. Gracias por las tardes de compras, las sesiones de maquillaje y peluquería. Gracias a las personas que me han enseñado parte de su país en miles de charlas. Gracias por ofrecerme tu casa y venir a la mía. Gracias a los que vinieron desde lejos para verme y los que me hicieron volver a casa cuando la distancia pesaba. Gracias a las personas que con su acento me hacen sentir en mi tierra y a los que con su idioma me enseñan cosas nuevas. En definitiva, gracias a todos los que han hecho este año especial y los que siguen para convertir el 2012 en algo mágico. 

miércoles, 11 de enero de 2012

Rococó.

Soy terriblemente egoísta, no quiero que regales ningún otro suspiro que no sea dedicado a cada poro de mi piel, a cada cabello que reposa en tu lecho cuando me marcho después de una noche de revolución, de tráfico y glorietas llenas de curvas sosegadas. De peleas con tu dulce contrincante, con tu compañera de inmortalidad y éxito. Soy una depredadora atroz que no deja a su presa descansar ni un solo segundo, que no libera ningún aliento de concordia, que no deja deambular ni un solo instante su nombre fuera de la mente. Quiero que seas esa soledad que llena cada recoveco aristado y enmarañado de mis entrañas. Quiero que seas el ángulo nonagésimo que sujete cada precipicio veleidoso que me atemoriza con su futuro desplome. Que seas esa impune rosa que orgullosa crece entre aguijones y clavos, que me salves de cada estoque, de cada diestro matador, de cada lamento victorioso que amedrenta mi razón. Te siento como la dovela central que no permite que mis curvas se precipiten, que mi arco lance flechas dominadas por la gravedad angosta que te hunde contra el pavimento. Te quiero sobre mí siempre, excepto cuando estés empujándome al sempiterno cielo, para luego aferrarme de la mano y guiarme por las rutas que solo tú has paseado.