viernes, 30 de diciembre de 2011

¿Me entiendes ahora?


Eres innato en mi cabeza, quisiera explicar esta afirmación de la mejor manera posible, pero como todo lo que intento decirte, me resulta muy difícil. Eres innato porque apareces como acto reflejo cada vez que respiro. Eres como cada parpadeo, inconsciente, mi cuerpo lo provoca sin permiso. Si intentara mantener los ojos abiertos en un acto de rebeldía, probablemente tarde o temprano acabaría sin ver. ¿Me entiendes ahora?, no puedo controlar que te pasees por mi cabeza continuamente, entre preocupaciones y ansias por verte, entre ensoñaciones y nuevos destinos que enseñarte. 
Quizás así entiendas muchas de las cosas que hago o que digo, no puedo evitarte, formas parte de mi mecanismo.

miércoles, 28 de diciembre de 2011

Esperanza


No me gusta la esperanza, me parece una palabra con doble filo. La esperanza no es otra cosa que esperar a que eso que quieres que suceda, ocurra sin más. La esperanza es mantenerte sentado esperando que lo que deseas aparezca en tu vida por algún acto karmático, divino o por alineación estelar. Creo que la peor condena que nos podemos imponer es esperar, considerar que por nosotros mismos nuestros anhelos no pueden hacerse realidad y que por ello nos mantenemos con esperanza, deseando que tarde o temprano suceda. Prefiero la palabra “constancia”, “lucha” y “trabajo”, todo este paradigma implica un movimiento, una acción. No me tomen por una loca utópica que piensa que todo depende de nosotros, hay muchos factores alrededor nuestra que condicionan el éxito de nuestras acciones, sin embargo sé, que en ese proceso en el que tratamos de cumplir nuestros sueños, podemos aprender muchísimo más y podemos conseguir el triple de cosas que lo que implica el sueño en sí, así que si no lo conseguimos, habremos enriquecido nuestra vida con maravillosas experiencias. Nuestros sueños nos pertenecen, nos hacen únicos y marcan nuestro camino distinguiéndolo de entre el resto de sendas, si tenemos claro los sacrificios que implica llevarlos a cabo y que tras un esfuerzo existe una recompensa, más duros seremos en la batalla. He aprendido durante estos años que el mayor regalo lo obtenemos luchando, poniéndonos a prueba y sabiendo que podemos superar nuestros límites continuamente. El objetivo de conseguir un sueño no es solo el mero hecho de obtenerlo, sino el saber que hemos sido capaces de hacerlo.

viernes, 25 de noviembre de 2011

Traduciendo sueños parte I


Cuando todo parecía haberse convertido en la Torre de Pisa apareces. Ya no me inspiran las canciones tristes ni busco cobijo entre notas y letras de alguien que en algún momento lo pasó peor que yo para componer semejante serenata de lloriqueos. Reconozco que me regocijaba en el desconsuelo de otros para sentirme menos sola entre tanto gris, sin embargo, un día me ofreciste un brazo al que agarrarme para pasear en la lluvia bajo un paraguas robado. Entre aventuras y desventuras creamos un castillo en las nubes al que subir escalando. Hacía tiempo que alguien no me acercaba a mis sueños como tú lo has hecho. Los aeropuertos ya no destrozan historias, las empieza con besos.  


martes, 15 de noviembre de 2011

=)

Dicen que por la noche es cuando más clara tenemos la mente. Ahora son las 4:44 y me despertaré a las 7, se supone que no tengo derecho a estar pensando, sin embargo, creo que sigo en pie porque no dejo de hacerlo. Me encantan las noches que inspiran a las estrellas a contarme historias, no obstante, no creo que tengan que ver con la gramática española y es a lo que tengo que sobrevivir mañana. Pero estoy tramando un cocktail de cafeína y taurina que me mantendrá en pie el resto del día (o a eso aspiro metida entre las mantas de mi cama).
La mayoría de las veces escribo como terapia a los problemas, esclarece lo que soy incapaz de entender. Vomito ese bolo alimenticio de palabras que se revuelven en mi cabeza y después, esa sensación de malestar desaparece. Pero esta noche es diferente, hoy siento esa paz de cuando entiendes que es lo que tienes que hacer, de cuando la vela descansa tras la tormenta. Esa paz que irónicamente me trae nuevas incertidumbres pero que me mantienen caminando para descubrirlas. Probablemente lo que no me permita dormir sea una nueva ilusión, nervios, intriga, ganas de lanzarme al vacío. Es como si fuera 6 de enero y supiera que cuando abra la puerta encontraré miles de regalos. No sé si mañana será día 6, pero lo bonito es que cualquier día puede ser día de Reyes.

lunes, 14 de noviembre de 2011

Día de lluvia

Parece que cuando llueve, el agua limpia algo más que las calles, me mantiene en clausura en mi casa y hace limpieza en mi cabeza. He llegado a la conclusión que me gusta que reafirme continuamente su condición en mi vida. Me gusta que cuanto más me empeño en mantenerle en ella, más excusas me pone para salir corriendo (y más motivos me da para olvidarle, más fácil me lo pone). Está bien, ambos lo sabemos, hay designios del destino que poco entendemos, sin embargo, sé que si estuvo es porque fue esencial en mi aprendizaje: lección memorizada, no puedo ni debo retenerle más. Ahora bien, ambos sabemos que llegará el día en el que se pare a pensar en todo eso de lo que ahora rehuye y yo no estaré aquí para escucharle. Unos aprenden más rápido que otros y ahora creo entender el por qué de todo esto.
 Un día se los contaré.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Desdoble de personalidad.

Antes que nada tengo que pedirte disculpas por no aceptarte tal cual eres. Sé que es difícil convivir con una persona con un humor tan cambiante y que te exige cada día que des lo mejor de ti misma. Sé que debe ser agotador tratar de sonreír continuamente y que no te permitan el lujo de vez en cuando de llorar si te da la gana. Puedo entender que tu trastorno de tirar las cosas por el suelo se lleve mal con el de tener todo perfectamente ordenado y que eso muchas veces te lleve a un conflicto contigo misma por ser incapaz de tener las cosas en su sitio por más de 24 horas. Entiendo que del sitio donde tú vienes la gente es cálida y el sol brilla casi siempre en el cielo y que estar aquí a veces no es fácil: sé que echas de menos los abrazos de aquellos que tienes en tu isla, que te gusta dormir y que como tu cama de allí no hay nada. Sé que lo que más contenta te pone es un beso en la nuca de tu madre, ir de compras con tu hermana, pasear en moto con tu hermano, comer en la terraza con vistas al mar de tu padre o simplemente cantar canciones improvisadas con tus mejores amigos. Entiendo que a veces intentar hacer encajar todas las piezas como un puzle no debe ser fácil y que cuando un eslabón no funciona en tu engranaje la maquinaria se pare. Sé que por las mañanas no te gusta hablar, que los domingos te gusta limpiar tu cuarto, encender una vela y dormir todo el día. Que te pone de buen humor cantar frente el espejo con el peine, pintarte las uñas o pasarte horas buscando frases de poetas, escritores o soñadores. Odias que te cambien los planes, que te saquen de tu rutina o que no te dejen dormir siesta. Que se acabe el café cuando quieres tomarte uno, que el butanero pase en la hora de la siesta por debajo de tu balcón o que la serie que te gusta no haya sacado un nuevo capítulo.
También sé que tu mayor temor es sentirte sola, que por no sentir esa sensación has hecho estupideces y te has tirado en los brazos de gente que no merecía tu atención. Que temes abrir tu corazón al amor y que cuando lo haces te vuelves totalmente vulnerable y no aceptas las derrotas ni las historias que no acaban bien. Pero te doy un consejo que a mí me ha servido en muchas ocasiones para espantar los miedos: cuanto más amor das, más recibes y más se condensa a tu alrededor. Que a veces es necesario sentirte solo para darte cuenta realmente que no lo estás y ver que hay muchas personas a tu alrededor que harían cualquier cosa por verte sonreir. Sé que no es tu mejor momento y que en situaciones así te vuelves débil, triste y apática, pero como te conozco mejor que nadie, también te digo que esta no eres tú, que te has permitido el lujo durante muchos días de sentirte menos de lo que eres, de volverte una cobarde. Has permitido que te pise gente por no valorarte a ti misma, pero querida, no gastes fuerzas ni tiempo en alguien que no es capaz de aceptarte tal cual eres. Si alguien no te quiere, mil más lo harán. Cuando salgas mañana, no busques en el sol un motivo para ser feliz, porque es invierno y tal vez llueva. Busca, como siempre, dentro de ti la luz que brilla y haz que ilumine tu día más fuerte que nunca.


Me quiero,
Fa.

sábado, 1 de octubre de 2011

Tú.

Te llamaré etcétera porque es imposible ponerte límites,
porque tú puedes coger lo que esté más alto con estirar el brazo,
alcanzar de puntillas todos los astros,
mirar las coronillas con sutileza,
recorrer de una zancada la distancia que te separa de las conquistas.

Eres así, una cumbre inmensa con acceso a las mejores vistas,
imponente desde abajo, impasible en lo alto.
Grandes rasgos te caracterizan, no eres imberbe,
pero si un niño, un mago, un ilusionista.

Eres la musa que inspira cada lista vanguardista
de mis metas escondidas, de mis cuentos y verdades.
El que saca la parte nudista de la vida y la vuelve desvergonazada.
Me pones de puntillas para poder estar a tu altura
y es que a tu lado se ve todo sin aristas ni ataduras.


viernes, 30 de septiembre de 2011

Hermano

Él es un héroe sin escudo ni fronteras. Es la épica de mi vida, el que me salva con su presencia, el que me mantiene dormida y tranquila mientras fuera de las cuatro paredes que me rodean, el mundo se me cae encima. Se mantiene en vela mientras mis sueños trabajan por convertirme en lo que soy. Desde muy pequeña se convirtió en padre y me cuidó como tal, aunque ese rol nunca le perteneció lo asumió con soberano cariño y dedicación. Supo enderezar la vereda, cuando está comenzó a torcerse directa a ningún sitio. Supo mantenerse firme, solo aquel que te quiere como él lo hace, manejará las riendas de tu vida cuando tus manos no tengan fuerzas para hacerlo. Nunca cogió el timón, pero sí me enseñó a mantenerlo directo al Norte que me pertenece.
Nunca le he visto derrumbarse ni flaquear en sus objetivos, es un claro ejemplo de luchador, de hombre noble y justo. Tal vez sea esa armadura de piel que le rodea que le hace ser quien es, a veces me preocupa que por dentro esté oxidada y no sea capaz de pedirme ayuda, pero estoy tranquila porque sé que él sabe como curarse la herrumbre de tanta humedad contenida, que lejos de salir por sus ojos se congela en su alma. Quiero ser el fuego que derrita sus ataduras como él lo ha hecho conmigo, quiero tener ese papel en su vida, como él lo tiene en la mía.
Sé que ha perdonado mis disparates y yo he aprendido a entender sus humores. Me ha acompañado desde el día en que nací y no le voy a abandonar hasta el día en que desaparezca. Da igual la distancia que nos separe, nos une un lazo aún mayor que los kilómetros y es el amor entre hermanos.

Mi libro.

Recuerdo exactamente el momento en el que lo cogí en mis manos. Los silencios que llené mirándole y hasta podría contar las sílabas de su prólogo de memoria. Aunque breve, fue intenso, pero no de esos que marcan para toda la vida, sino de esos que estropean la obra. Quizás por eso, lo que vino después se convirtió en un género novelesco inoportuno y que me desagrada. Una historia mal leída, una novela sin acentuación ni coherencia. Quizás esa primera lectura no pudo ser de otra manera, no lo sé. Lo que sé es que en ese instante no estaba preparada para leerlo con otros ojos que me permitieran corregirlo, ni siquiera disfrutarlo. Supongo que cada libro tiene su momento para poder sacar de él el mayor partido. Me arrepentí mucho y me frustré por no poder haber aprovechado la oportunidad de tener ante mí una obra de tal calibre, pero ya he dicho que ni me gustaba el género ni tenía coherencia (al menos para mí, la novela en sí es de esas que pertenecen al colectivo de literatura universal, de esas intachables).

Mucho tiempo después, con trabajo, dedicación y paciencia volví a coger ese libro en mis manos. No fue rencoroso, me dejó abrir sus páginas y viajar entre sus palabras. Encontré la mayor aventura. Quisiera leérmelo en dos días, pero cuando hago ese tipo de cosas, me salto pequeños detalles que lo convierten en lo que es, una maravilla. Pienso en sus letras cuando me levanto, durante el día, cuando me acuesto. Me levanta cuando estoy enferma, coloca mi pierna derecha en el suelo cada mañana para que todo sea perfecto. Se traduce en gotas de agua en cada ducha. Me mira desde sus páginas blancas y me besa incluso, con sus palabras. Gramaticalmente excelente, inmejorable su pragmática (podría incluso leerlo con los ojos cerrados, como si estuviera escrito para mí), el uso de la lengua...el uso de la lengua insultantemente perfecto. Se ha convertido en el libro de mi vida, me gusta tanto por lo difícil que supuso para mí tener acceso a sus páginas por lo que me ha enseñado de mi misma y por como me ha enseñado a valorar lo que tengo.

Se ha convertido en el libro de mi vida.

sábado, 6 de agosto de 2011

2+2

A veces el tiempo decide por nosotros y eso es genial,  nos quitamos responsabilidades del medio tachando días en un calendario. El problema de no asumir las constantes de nuestra ecuación, es que se vuelven totalmente invariables y es entonces, cuando al hacer cuentas, entendemos que el resultado no es más que un puñado de indecisiones y poca valentía que han acabado con cualquier posibilidad de reconstrucción. 


martes, 2 de agosto de 2011

P. Coelho

Las lágrimas son palabras que necesitan 
ser escritas.


domingo, 31 de julio de 2011

Domingos que pesan

Me vuelvo pequeña en mi cama, donde todo pesa más que este trapo que hoy la invade. Siento que más allá de mis mantas no hay nada, que el mundo cobra sentido cuando yo pongo un pie en él y que mientras, espero encontrar ese motivo que me invite a pasearme la vida. Hasta que llegue ese día, solo miro a dos metro de distancia, encontrando en ese perímetro todo lo que tengo. Para qué mentirnos, ojalá pudiera subirme a un rascacielos y girar 360º sintiéndome parte de todo lo que veo, pero la verdad que ni aquí ni allí termino de encontarme. Siento que todo lo que pasa por mi vida es pasajero y que al final y al cabo, solo le importas a la madre que te parió y a tus hermanos. Me encantaría que me echaras de menos cuando no estoy, pero te acostumbras rápido a mi ausencia y yo mientras sigo deseando no perderte de vista, aunque entre intentos pierdo más que mis ojos en encontrarte.

  

jueves, 23 de junio de 2011

Leda








Sus ronroneos, sus mimitos cuando sabe que estoy triste y sus besitos es una de las mejores cosas que me han pasado.

miércoles, 1 de junio de 2011

Roba.me

Roba el tiempo que me sobra y llénalo con tu risa. Que rellene el eco de mi soberbia y que me quite la idea de que puedo vivir sin ti. Quiero que entres a hurtadillas por los espacios que se me ha olvidado sellar y que desde dentro destruyas esa barrera inquebrantable que me separa del nosotros.


miércoles, 4 de mayo de 2011

Corre.



Me da miedo ver parado a alguien en esta ciudad de celeridad. El pitido impaciente del metro nos hace correr desesperados, exasperados, irritados para colarnos por la rendija de sus puertas. La gente deja espacio en las escaleras mecánicas para subir ansioso por el lado izquierdo. Nos adelantamos por las calles, nos pisamos, nos volvemos ciegos. No eres nadie, no miras a los ojos, vamos vendados por nuestra rutina y quehaceres, ensordecidos por nuestras responsabilidades. Ver a alguien parado es ver a alguien maquinando, observando. No finge que tiene algo que hacer, contempla y eso, en Barcelona, me asusta.
En Tenerife me daba miedo ver a alguien correr, porque eso significaba que huía, allí, o la gente va con tiempo a los sitios o los sitios esperan por las personas, aquí, el tiempo se precipita sobre ti. Cuando alguien está parado no deserta de si mismo con preocupaciones banales, el tiempo le sobra y puede dedicarse a hurtar en la vida de los demás, en pensar en otro más que en si mismo (tal vez, porque entre tanto tiempo ya ha podido conocerse o tal vez porque no le interesa saber quién es). Me preocupa más este hecho en sí que si su intención es colar su mano en mi bolso.
Huí de Tenerife porque odiaba que se entrometieran en mi vida, gente que no sabe de mí, más que mi forma de vestir. Pensar que aquí hay personas que tienen tiempo para hacerlo, me aterra y a la misma vez, contagiada por ese esquema axial que sigue Barcelona de no preocuparte más allá de ti mismo y tu neurosis, me importa menos que lo que me importaría en mi isla.
Aquí no importa que tus pies vayan más rápido que tu cabeza, un pie detrás de otro siempre conduce a un sitio. Si piensas a dónde vas o si te planteas siquiera si vas a llegar te retrasas en una lucha por ser alguien. Por eso corres, para ser el primero en cruzar la meta.

sábado, 30 de abril de 2011

Feliz día de la madre, mamá.

No pecaré de rutinaria y diré que mi madre es la mejor del mundo, pero sí diré que mi madre es la mejor de mi mundo, ese que se ha ido construyendo gracias a las inagotables fuerzas de ella. Es capaz de derretir corazas de hielo que me rodean, de quitar cada una de las piedras de mi camino (aunque sean muchas y sus manos sean pequeñas), consigue diluir miradas que me atraviesan y restarle importancia a los problemas que he tenido. Ella es ese hombro empapado, esas tardes frías de desamores, esas victorias conseguidas, esas enfermedades con sopa, esa herida con tirita y esos silencios con caricias en el pelo que sanan realidades.

Ahora que ya no es la primera cara que veo al despertarme me doy cuenta que esos dos hermosos ojos entre verdes y amarillos, son todo lo que necesito para saber que puedo comerme el mundo. Por todas esas veces que pacientemente esperaste a que cayera para más tarde recogerme y por todas otras tantas que me animaste a conseguir quimeras, te mereces que te agradezca todo lo que he conseguido y que te regale todo lo que soy.

Sé que por mucho que crezca, soy una de tus niñas y que mi nuca seguirá recordándote esos momentos en los que entre tus brazos me arrullabas y que por mucho que pase el tiempo, tu perfume, tu voz y tus palabras llenaran los recuerdos más bonitos de mi vida. Una alegría, cuando sé que puedo compartirla contigo, duplica mi felicidad y una decepción se apacigua si son tus manos las que me consuelan. Madre solo hay una y yo no podría estar más orgullosa de la mía.

Ella es guerrera, inagotable. La mujer más luchadora que conozco. Por todo lo que me ha dado y por todo lo que ha callado, ahora es mi turno, ya puede descansar entre mis brazos y en el de mis hermanos. Ahora nos toca cuidar de ella (aunque no se deje) y devolverle todo lo que ha hecho por nosotros.  

lunes, 18 de abril de 2011

Fa.Tología

Me contradigo en cada paso y es que lo pienso no es lo que hago, pero qué le vamos a hacer, te advertí esto mucho antes de besarnos. Fue mi carta de presentación:
  • Mujer (o intento de ello) con trastorno bipolar y con miedos al compromiso y a vivir sin él.
  • Con síndrome de diógenes, con tendencias a recoger los deshechos humanos y tratar de reconstruirlos (aunque esta psicopatología está desapareciendo, gracias, probablemente, al hecho de que va creciendo).
  • Con alzheimer selectivo y gastroenteritis lepidóptera crónica.
  • Enamoradiza, racional y visceral que contagia con daño colateral al que no toma precauciones a su lado.
  • Infecciosa y enfermiza.
  • En caso de ingerir no hay metadona que valga para reducir la sensación de adicción.
  • Provoca dolor de cabeza, retortijón y escozor de estómago.
  • Con agorafobia y necesidad de compartir espacios pequeños con alguien.
  • Tendencia a la soledad a la par que tiene miedo de ella.
  • Difícil trato, requiere paciencia.
  • Le calma la música, cosquillas en la espalda, besos en la barbilla, acariciarle el pelo, posar su cabeza en tus piernas, la respiración de tu barriga, los sonidos de tus tripas, que le mordisquees el cuello y que le cuentes cuentos.
  • Le agobian las correas, pero si la dejas suelta, saldrá corriendo, así que lo mejor es una convivencia donde la cuerda sea lo suficientemente larga para que ella no se de cuenta que en realidad, está atada.

Pero toda esta carta que te dejé a modo de advertencia pegada a la nevera, la puedes romper porque a pesar de lo que diga mi perfil médico, la medicina más efectiva es aquella que me quita los miedos. Entonces, todas mis patalogías se reducen a un mal humor unos días al mes y a un poco de estrés en época de exámenes.  

martes, 5 de abril de 2011

Aclarado esto:


Después de tanto dilatar argumentos, que de largos, se quedan en sinsentido, he de aclarar dos puntos claves e intachables de lo que a mi persona se refiere: el primero, mis ojos son bonitos bajo tu criterio, no me olvido que del emisor al receptor siempre hay un medio que determina la efectividad del mensaje, así que si ves algo especial en mis ojos, es porque estás leyendo a la perfección lo que te quieren gritar. Segundo, mis ojos son verdes, ni grises cuando estoy triste, ni amarillos por el sol. Mis ojos son de un verde estable, si alguna vez cambia su tonalidad es por la culpa de mi corazón, que bombea más sangre cuando te ve y tal vez pigmenta de otro verdor lo que de por sí es inamovible, lo que me lleva a pensar en el poder de tu presencia. Si están más grisáceos es porque los motivos por los que vivo se esconden y relentecen mi pulso. Si tal vez, los ves amarillos, es que me vuelvo gata y juego al escondite en callejones esperando ver pasar mi cena, que si hay suerte será atún de algún solitario que tiene miedo a las mascotas pero alimenta a las de todo el barrio o un ratón que araña escombros entre los rincones del cubo de basura.
Me veo obligada a aclararlo porque después de un análisis exhaustivo de mis relaciones personales con el resto de seres vivo, he llegado a la conclusión, que tal vez con el tiempo me he enredado en premisas que nadie entiende y que siempre acaban en malinterpretaciones.  

miércoles, 30 de marzo de 2011

No volveré a sentirme extraña aunque no me llegue a conocer

Saltar una piedra no es simplemente un trabajo muscular, requiere paciencia, persistencia, ambición, coraje y optimismo y es solo un instante, es tan solo un momento, en el que nos sentimos capaces y nos impulsamos. No puedo dejar pasar esa milésima en la que me siento tan grande, que creo que puedo cambiar mi vida a mi antojo.

lunes, 28 de marzo de 2011

Shhh...

Mis pestañas se pelean y se niegan a entrelazarse entre hilos que me sumen en la inmensa negrura de los sueños. Como antagonistas, la gran ola que adorna el párpado no quiere bañar la costa de mi lacrimal y así me mantienen en alerta, volviendo rojo mi iris de desesperación. Me niego a ver el mundo, solo quiero inventármelo con ojos cerrados y que mi imaginación arregle los desatinos voraces que me rodean, sin embargo, bajo un enigmático plan que no atino a desenmascarar, la vida me persigue para que me meta en ella y no me evada de su pentagrama. Sin darme cuenta ya formo parte de la hegemonía de la homogeneidad y cuando quiero salir, aunque sea en quimeras, mis ojos no se cierran y me dejan descansar.

  

martes, 22 de marzo de 2011

Vaivén

No será ningún “pero” ni ningún “pues es que” el que rebata la certeza más absoluta e inapelable que existe: tus pies nunca pueden descansar. Tienen ese temblor que hace sísmica mi vida, que derrama todo los vasos de la mesa y que acuna cada uno de mis sueños. Podré decirte mil veces que los dejes dormir, que de vez en cuando quieren dejar de dar esos incesantes botitos que desesperan a cualquiera que hagas moverse a tu son, pero la verdad, que tus pies en su hiperactividad, marcan el ritmo de mi corazón. Reconozco que de vez en cuando entorpecen mi calma, pero no hay tranquilidad mejor desaprovechada que con la epinefrina que desborda tu pálpito. Cuando estás en ebullición, revuelto, entusiasmado, con ese inagotable chachachá, cuando mueves tus pies, entonces, alegras mi vida. Y es cuando cierro con fuerza los ojos, no en cabreo, sino en obstinación y deseo con cada pestaña y arruga que me verás salir, que nunca, jamás pare el alboroto de tus pies.


jueves, 3 de febrero de 2011

Doce campanadas.

Entre el espacio vacío que queda entre tus labios me sumerjo en un submarino de suspiros que atraviesan tus dientes como cuarzos que acicalan cada palabra que regalas. Me enredo con tu lengua y floto en tu agua, nadando con delfines que traviesos me engañan. Doy las doce campanadas que auguran un nuevo año y me como las uvas. Una por tus miedos y desplantes, dos por lo que fuimos y encontramos juntos, tres por mi paciencia y cuatro y cinco por lo que nos acerca. Seis por lo que me enseñaste, siete por lo que fui contigo, ocho y nueve por el espacio que nos distancia y diez por lo que mentimos. Las últimas me las guardo por si las otras no crecen y así planto sus pipas entre muelas y agravios esperando que me dejes regarlas. Quién sabe si después tenemos un exquisito vino con el que cenar o acompañar infinitas palabras que se desordenan en el pentagrama de tu voz. Si tan solo cierro los ojos un instante, te veo cumpliendo cada desvarío que me dicta mi cabeza, caminando enormes senderos sin rumbo que nos pierde y nos encuentra. Solo pido que seas tú, para poder ser yo, cocer un hilo inmenso que acerque nuestras diferencias y tejer una misma manta que nos esconda. Debajo de ella una linterna y mil historias.  


miércoles, 2 de febrero de 2011

sin Norte

Probablemente sea mi mala orientación, que no nací con el Norte en el eje y sea por esto que siempre me pierdo intentando llegar a un sitio. Tengo la costumbre de ir siempre por el camino más largo y no es que me disguste, a veces descubro cosas maravillosas en mi nueva ruta, pero muchas otras llego más cansada, es normal, me suele pasar constantemente. Me irrita que mi cabeza sea incapaz de olvidarte y sin embargo no recuerde como llegar a casa y ya no solo me pasa ebria que arrincono mis penas, sino en mi abstemia y soledad. Tal vez debería formatear mi disco blando, que el duro se ha quedado en cachitos de metal y así tal vez encuentre otros derroteros directos que no me desvíen y desvivan en el intento. Confesar que no suelo encontrar la aurora boreal porque acabo en el antártico convierte mi enajenación en una rutina hastiada y apaleada que pocas veces al día me deja respirar, pero qué le vamos a hacer, no nací para llegar la primera. Supongo que lo importante es llegar y en eso nunca fallo, así que aunque mi brújula ande atrofiada suelo encontrar el camino alternativo que me lleva a mi lar.



sábado, 29 de enero de 2011

Rey Sol

Siempre quise y no pude ser el sol de tu universo. Que te quedaras a mi vera y conquistáramos la galaxia. Me convertí en un satélite que merodeaba a tu alrededor suplicando un nombre en tu sistema, pero me relegaste a la sombra de cualquier otra luna, más brillante, más hermosa. Viste todos mis cráteres, pero no sé si también viste la cara que aunque escondida, guardaba todas mis victorias. Mordí tanto polvo que entre mis dientes solo había cemento y cuando quise darme cuenta, no podía decir palabra. Me resigné sumisa a tus decisiones, me dediqué a girar silenciosamente con tus compases, por miedo a escuchar lo que ambos ya sabíamos. Tú eras el centro y las horas de mi día, yo era el rato de tu aburrimiento y así me decías que algún día me verías como tu astro coronado. Sin embargo, Sol mío, qué mal hicimos todo. Tú, porque hace años que dejaste de crecer, yo, porque lo vi tarde. Intenté abrirte los ojos, pero a veces los cierras tan fuerte que difícilmente puedo ayudarte. Me gustaría decirte que en este planeta que reinas, solo se puede caminar mirando, solo se puede caminar con la cabeza sobre los hombros. Deja la metafísica espiritual a un lado y comienza a gobernar tu propio reino, solo así verás los satélites que como yo, quisieron compartir tu existencia. 


jueves, 20 de enero de 2011

Solución.

Me miro con recelo desde lo alto de mi desorden, preguntándome si seré capaz de bajar la pirámide de enormes escalones y empezar a organizar toda la montaña de papeles donde me he metido. Escalo cada milímetro de mi pereza, dejando atrás la apatía que me abate incansable y que me pierde en este laberinto con callejones sin salida, pero lo cierto es que una vez escuché, que es estúpido decir que los callejones no tienen salida, siempre puedes volver por donde has entrado y entonces, vuelves a encontrarte frente a frente con el reto que tú misma te has propuesto: salir, cuanto antes posible, de esos matorrales infinitos de hojas y enredaderas. Si depende de mí, no sé que hago sentada, si todo está condicionado por mis decisiones, no sé por qué no estoy ya en proceso. Si todo lo que te rodea lo has construido tú consciente o inconscientemente, se me presenta la dicotomía del agradecimiento y confusión. Adoro ordenar por colores o cronología y eso he hecho toda mi vida, así que necesito cinco minutos, tan solo cinco minutos, para reorganizar los cajones que a estas alturas parecen cariátides inmensas que sostienen un techo poco estable. Para que la torre no se caiga, hay que plantar buenas semillas y eso siempre me mantiene optimista, porque no es difícil hacerlo, ni tampoco mantenerlo a base de riego. El primer paso es ser consciente el segundo, ponerle solución. No te puedes mantener quieta para no hundirte en arenas movedizas, si sabes vivir rodeada de arena y agua es un estado perfecto, pero si prefieres tierra firme o cielo, hay que ponerle solución.




Solo el amor me habla en poesía.   

lunes, 10 de enero de 2011

¿y qué más digo?

Me sabe a miel y a miedo
a sendero floreado con estorbos y comino
me huele a aire oxidado por mis pulmones
incólume por tus arbóreos labios.
Camino de titubeos y quijotescos caballeros
que enfrenta los molinos con ventiladores eléctricos,
que corren con fervor y sin miedo
escalando trenzas hasta la torre de mis sueños.
Allí, donde con edredones me escondo
soplas todas las plumas que se pegan a la melaza de mi cuerpo.
Estrújame con tus deseos
y prometo ser devota de tus besos.
Recoge los escombros de mis deshechos
y recicla un techo donde escondernos.
Lima cada esquina que entorpece el paso,
redondea cada arista con tus intentos.
Cuando más busco los errores,
más me acerco la certeza de que quiero que seas mío.
No te alarmes, ven cariño, que yo haré de abrigo.

  

domingo, 9 de enero de 2011

Faith


There´s something that allow people to get rid if all doubt, and that something is called FAITH.

La fe mueve el mundo.

sábado, 1 de enero de 2011

“Menos discurso y más poesía”

Menos discurso y más poesía”

El camino ya está dibujado en un mapa inalterable de sorpresas y disgustos. Lo recorro sabiendo que todos los tropiezos no son más que parte del trazo que he dibujado en sueños. Sé a donde voy, aunque a veces me pierda por callejones tentadores o caiga en la trampa de jugosas tentativas con inocentes o soberbios pasos. Aún así, siempre tengo las voces de los que me rodean que me animan o me guían, para no ir errante por mi laberinto. Me van dejando migas de pan, hilo de oro o alas de cera que no se queman con el sol.

El año ha sido un buen tramo, ha sido largo y decisivo pues he tomado una de las decisiones más importantes de mi vida que me ha llevado a estudiar en Barcelona, a vivir sola y a ponerme a prueba. He aprendido a apalear la incertidumbre que me ha acompañado durante muchos meses a base de repetirme a mi misma de lo que soy capaz, de que todo llega y que este año era mi momento de subir un escalón más. Reconozco que en ocasiones me dio pánico y que mis fuerzas flaquearon, pero cuando tienes un objetivo y una meta es más fácil seguir adelante.
He conocido gente maravillosa de distintas partes del mundo, he convivido con ellas y he aprendido muchísimas cosas que han enriquecido mi vida. He bailado bailes turcos, he probado comida americana, he aprendido de alemanes, he conocido el mejor humor francés y he aprendido a querer con un chico de kentucky.

Mis deseos para el 2011 los tengo aún algo confusos, excepto el hecho de darle prioridad a mis estudios, mi salud, mi familia y mis amigos. El sueño por cumplir del siguiente año aún no lo tengo definido, por momentos una idea aparece nítida en mi cabeza y en otros momento se difumina y desaparece pero a lo largo de este año, es posible que mi vida encuentre un nuevo sentido o una nueva luz que le de color.

Lo más importante de este año ha sido coordinar mi cabeza con mi corazón, acompasar los latidos de uno con los impulsos nerviosos de otro. Tomar una decisión que sale del corazón y se analiza en mi cabeza, escuchar a mi cabeza cuando mi corazón se disparata y acallar mi cabeza, cuando mi corazón desea. He aprendido a darle fuerza a mis sueños, pues ya tengo una experiencia que demuestra que es posible, cuando cada poro de tu piel respira tus ilusiones.

Por aprender me queda todo, pero poco a poco voy guardando en un cajón sentimientos y experiencias que me ayudan a crecer. Me propongo más paciencia conmigo misma y con los demás, mayor organización en mi vida, ser más consecuente con mis palabras. Escuchar mi intuición que pocas veces me falla y no olvidar mis prioridades, que es lo que me mantiene en pie.

Para todos, que su año esté lleno de positividad, de buenos momentos, de piedras que saltar, de gente maravillosa, de pruebas que superar, de recompensas, de amor, de salud y de dinero. Que el 2011 sea un año inolvidable.