sábado, 1 de enero de 2011

“Menos discurso y más poesía”

Menos discurso y más poesía”

El camino ya está dibujado en un mapa inalterable de sorpresas y disgustos. Lo recorro sabiendo que todos los tropiezos no son más que parte del trazo que he dibujado en sueños. Sé a donde voy, aunque a veces me pierda por callejones tentadores o caiga en la trampa de jugosas tentativas con inocentes o soberbios pasos. Aún así, siempre tengo las voces de los que me rodean que me animan o me guían, para no ir errante por mi laberinto. Me van dejando migas de pan, hilo de oro o alas de cera que no se queman con el sol.

El año ha sido un buen tramo, ha sido largo y decisivo pues he tomado una de las decisiones más importantes de mi vida que me ha llevado a estudiar en Barcelona, a vivir sola y a ponerme a prueba. He aprendido a apalear la incertidumbre que me ha acompañado durante muchos meses a base de repetirme a mi misma de lo que soy capaz, de que todo llega y que este año era mi momento de subir un escalón más. Reconozco que en ocasiones me dio pánico y que mis fuerzas flaquearon, pero cuando tienes un objetivo y una meta es más fácil seguir adelante.
He conocido gente maravillosa de distintas partes del mundo, he convivido con ellas y he aprendido muchísimas cosas que han enriquecido mi vida. He bailado bailes turcos, he probado comida americana, he aprendido de alemanes, he conocido el mejor humor francés y he aprendido a querer con un chico de kentucky.

Mis deseos para el 2011 los tengo aún algo confusos, excepto el hecho de darle prioridad a mis estudios, mi salud, mi familia y mis amigos. El sueño por cumplir del siguiente año aún no lo tengo definido, por momentos una idea aparece nítida en mi cabeza y en otros momento se difumina y desaparece pero a lo largo de este año, es posible que mi vida encuentre un nuevo sentido o una nueva luz que le de color.

Lo más importante de este año ha sido coordinar mi cabeza con mi corazón, acompasar los latidos de uno con los impulsos nerviosos de otro. Tomar una decisión que sale del corazón y se analiza en mi cabeza, escuchar a mi cabeza cuando mi corazón se disparata y acallar mi cabeza, cuando mi corazón desea. He aprendido a darle fuerza a mis sueños, pues ya tengo una experiencia que demuestra que es posible, cuando cada poro de tu piel respira tus ilusiones.

Por aprender me queda todo, pero poco a poco voy guardando en un cajón sentimientos y experiencias que me ayudan a crecer. Me propongo más paciencia conmigo misma y con los demás, mayor organización en mi vida, ser más consecuente con mis palabras. Escuchar mi intuición que pocas veces me falla y no olvidar mis prioridades, que es lo que me mantiene en pie.

Para todos, que su año esté lleno de positividad, de buenos momentos, de piedras que saltar, de gente maravillosa, de pruebas que superar, de recompensas, de amor, de salud y de dinero. Que el 2011 sea un año inolvidable.  

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